domingo, 4 de enero de 2009

Closer


Las ensoñaciones se dormían en sus recuerdos borrosos, mientras se acurrucaban sentados en aquel olvidado lugar melancólico y extraño.
No dijeron nada cuando el reloj marcó el termino de una vida, ni se miraron a los ojos...tan solo unieron sus manos entre tanteos a la luz de la escasa y magullada mitad de luna que les habían dejado.
Llegó la hora y aún estaban solo...quizás...
Quizás siempre habían estado solos.

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