Su rostro ya no era el mismo de días pasados; él lo sabía.
Sus pensamientos ya no eran los de antes; ella lo notaba.
Se tomaban de la mano y parecían ya no conocerse, y sin embargo sonrientes deambulaban por los parques sonriendo felices.
É la oía ya sin entenderla en lo más mínimo, pero sonreía y fingía que comprendía cada palabra, atesorándola para la eternidad.
Ella lo miraba encontrando que en algo había cambiado, pero omitía eso y se convencía de que tal vez era solo imaginación suya.
Y así vivían su vida. En su casa de recién casados, con sus conversaciones brillantes y triviales...con el lindo perrito en el jardín.
Pero ellos no eran ellos...
y él no era él,
y ella no era ella.
Él no era su esposo,
Ella no era su esposa.
Él era en realidad ella,
y...
ella era en realidad él.
Sus pensamientos ya no eran los de antes; ella lo notaba.
Se tomaban de la mano y parecían ya no conocerse, y sin embargo sonrientes deambulaban por los parques sonriendo felices.
É la oía ya sin entenderla en lo más mínimo, pero sonreía y fingía que comprendía cada palabra, atesorándola para la eternidad.
Ella lo miraba encontrando que en algo había cambiado, pero omitía eso y se convencía de que tal vez era solo imaginación suya.
Y así vivían su vida. En su casa de recién casados, con sus conversaciones brillantes y triviales...con el lindo perrito en el jardín.
Pero ellos no eran ellos...
y él no era él,
y ella no era ella.
Él no era su esposo,
Ella no era su esposa.
Él era en realidad ella,
y...
ella era en realidad él.
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