domingo, 10 de mayo de 2009

Versos nocturnos


Noche oscura,
penumbra intensa,
incesante,
incomprensible…
intrínsecamente
estática en los confines de
mi reciente pasado distante
pasado y presente
presente pendiente
y futuro impuro…

una visión era
cómo no decirlo…
su cabello oscuro,
sus ojos melancólicos
verdes como dos esmeraldas
profundos como todo aquello que jamás
había visto,
acechantes como en mis sueños más sórdidos,
hermosos como aquella pesadilla
que tuve sobre ti…
sobre la muerte de los mundos.

Vino silencioso,
el oscuro y fino caballero
que se sentó junto a mí,
sin advertir quién yo era
sin saber que le daría su amor a un magnífico monstruo
que habita en donde nadie puede encontrarlo
que no se deja ver,
que es y no es…
que estaba aquí y ahora.

Oí su voz de hermoso príncipe encantado
sentí sus calidas manos acariciando mi rostro,
lo miré un segundo
en la ribera de la noche plutónica,
donde todo acaba
donde todo inicia y reinicia
donde todo se vuelve efímero
donde todo se funde
cuando sabes que jamás ha existido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario