domingo, 21 de junio de 2009

Charles Lutwidge Dodgson...


Dulce niña de cintas suaves sobre los largos cabellos;
sentada dulcemente al otro lado de la barca
con una sonrisa tierna en los labios rosados
con las mejillas sonrosadas
y las manitas muy juntas reposando sobre la falda...

y sonríes con aquella expresión pura
y oyes atentamente
cada palabra que brota desde mis cansados labios;
su mirada atenta
y sus pensamientos embriagados por las mil maravillas
desventuras
y aventuras que las sencillas palabras
plasman en su mente...

un aliento te pido,
no más que uno;
pero la caprichosa reinita me lo niega con gracia extraordinaria;
mientras sus cabellos ondean al viento
y mi mente comienza a hilvanar ya unas sencillas palabras...

una guirnalda de margaritas
teje la princesa;
palabras al viento,
entre el lago mis pensamientos navegan
y se ven naufragar en aquella inocente mirada
de una niña maravillada,
Alicia,
con aquel pequeño nombre, coronada.

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