domingo, 26 de julio de 2009

The Hireling


Reconocí en sus labios palabras
que no eran las suyas;
un dejo de amargura y nostalgia
llovían sobre sus inmaculados cabellos
y sus ojos serenos se quedaron
mudos y sordos
como perdidos destellos
de aquel día de verano
de aquel falso sol:de aquellos falsos años,
¿quién soy ahora?; me pregunto
entonces;
tan solo aquel espectro cristalino
que amenaza con apagarse;
y entonces sabes que no existió...
una gota de lluvia aferrándose al
cristal; como una de miles,
pero aquella en cual tu mirada descansa...
¿y dónde estás tú ahora?;
perdida en mis recuerdos ocasionales;
atrapada en paisajes ajenos,
añejos
ilusorios
irrisorios...
una figura diáfana que se inicia
en una pequeña placita de pueblo,
lejana
y que acaba en el tétrico
castillo en el que he construido
mi morada.

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